jueves, 26 de junio de 2008

De ratones y hombres





Ha querido el azar que , en un corto periodo de tiempo, haya podido disfrutar de 3 obras –un comic, una película y un libro- singulares que, cada una a su manera, reflexionan sobre la condición humana.

El peculiar nexo que las une es que sus respectivos protagonistas son... ratas.

Aunque a priori pueda parecer una elección caprichosa de los autores -al menos en el libro y el comic-, lo cierto es que este hecho amplifica la dimensión moral de cada una de las 3 historias.
Ya saben que siempre atribuimos al género roedor lo peor de nosotros mismos.

La primera de ellas ostenta el honor de ser el único comic galardonado con el Pulitzer, uno de los pocos premios de literatura fiables.
En Maus (1991), Art Spiegelman ,su autor, nos habla con desarmante sinceridad de la difícil relación con su padre, un anciano judío que pasó su juventud en el gueto de Varsovia y acabó prisionero en los campos de concentración nazis.
Pasado y presente se alternan en una obra adulta, madura, emocionante, para nada complaciente y gráficamente depurada.

La segunda es la –de momento- última maravilla animada de Pixar después de la decepción que supuso Cars.
En Ratatouille (Brad Bird, 2007), Remy, un talentoso ratón con un don innato para la cocina, debe sufrir la incomprensión de humanos y roedores para darse cuenta que en la vida debes encontrar tu camino y ser fiel a él, a pesar de las dificultades.
“Somos lo que somos y no podemos negarlo ni esconderlo”, eso es lo que nos viene a decir Pixar en otra de sus brillantes y adultas películas de animación digital aptas para todos los públicos .

Ya para finalizar, les hablaré de Firmin (2006, Seix Barral), el primer libro de Sam Savage, que me ha supuesto toda una grata sorpresa.
Ya conocen la expresión “rata de biblioteca”,con ella designamos a cualquiera que pase su existencia inmerso entre paginas; pues bien, Firmin es una auténtica rata de biblioteca -más concretamente, de librería- que, a fuerza de llenar el estómago devorando libros, acaba alimentando su cerebro a base de lectura.
Su contacto con 2 humanos -un librero y un escritor fracasado- en un barrio a punto de ser derruido marcará su existencia.

El placer de leer,la inteligencia como estigma a esconder, la soledad del diferente, entre otras muchas reflexiones, se dan cita en esta agridulce historia con sabor a derrota.

3 excelentes obras para saber más de los ratones...y de los humanos.

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