Una nube de diestras manos le corta los cabellos mientra su rostro refleja la placidez del instante. Un paréntesis de felicidad plena virado en tonos pastel.
Sí, la estupenda portada de “Night Falls over Kortedala”, el no menos estupendo tercer trabajo del sueco Jens Lekman, consigue atrapar la clase de sensación que luego encontraremos en sus canciones.
Editada el año pasado, esta colección de melodías juguetonas llamadas a perdurar se ha convertido en mi disco favorito de las últimas semanas.
Jens Lekman es otro artesano pop sueco - añadanlo a la larga lista- con exquisito gusto por el detalle y la melodía a punto de almibar ; viste sus canciones de punta en blanco, como si las fuera a sacar a pasear un domingo, radiantes, bien peinadas, perfumadas con colonia fresca de verano, y las trufa de detalles (cuerdas, vientos, arpas, campanas, xilófonos, coros femeninos y doo wop, voces infantiles) que te remiten a un mundo onírico -retro, kitsch y naïf a la par- donde nada puede ir mal, donde el sol siempre brilla y las chicas te sonríen, donde un abrazo o un beso te salvan la vida, donde nadas alegre hasta perderte en el horizonte...
Ha llegado el calor y pronto el verano caerá como plomo.
Presiento que "Night Falls over Kortedala" va a seguir acompañándome ,como si fuera el mejor amigo que haya tenido nunca, por las sucias y derretidas calles de mi ciudad.
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