martes, 23 de septiembre de 2008

Asco

Les pido perdón de antemano por el tono de esta entrada, pero necesito expresar la profunda repugnancia, el asco infinito que me ha provocado la decisión de la Administración estadounidense de utilizar 700.000 millones de dólares de las arcas públicas para comprar a los bancos de su país toda su deuda tóxica, esa que les ha permitido hacerse de oro durante años y que finalmente ha acabado convirtiendo a 5 millones de norteamericanos propietarios en morosos al borde de la ruina y llevando a las economías de todo el mundo al colapso.

Profundo asco y tristeza me ha producido el vergonzoso espectáculo de ver como esa decisión desataba una irrefrenable euforia en todas las bolsas mundiales.

Asco y desprecio me ocasiona ver como los defensores del ultraliberalismo, los adalides del no intervencionismo, los paladines del mercado libre infinito, se tragan toda su mísera pseudoideología y celebran la operación de rescate "por el interés general".

Verguenza y asco ver como los bancos centrales europeos inyectan miles de millones de todos sus ciudadanos para dar líquidez a una banca que se jacta de que "no, en Europa, no puede pasar lo mismo, aquí hay mecanismos reguladores".

Asco y verguenza contemplar como el liberalismo a ultranza juega con las cartas marcadas y, cada vez más asiduamente y con más desfachatez, desafía a los gobiernos cuando la avaricia les revienta el saco. "Dejadnos caer y os arrastraremos a todos en la caida", se les oye decir.

Bonos basura a finales de los 80, hipotecas basura ahora...
¿Qué hemos aprendido para que no volviera a pasar?

Por qué no llamamos a las cosas como son y hablamos a las claras de una basura de sistema?

Asco, mucho asco.
Un asco inmenso.

No hay comentarios: