jueves, 15 de octubre de 2009

Otra noche con Dayna

Martes 6 de octubre. Son las 20:30 y estoy sentado en la terraza de un bar del Paral.lel, tomando un café, viendo pasar la gente de vuelta a sus hogares, paladeando un precioso tiempo de ociosidad. Parece que la bonanza climática no quiere abandonarnos y nos sigue brindando la oportunidad de agarrarnos a estos breves placeres necesarios, pequeñas tablas salvavidas.

Dentro de una hora, en la sala Apolo, justo al otro lado de la avenida, la neoyorquina Dayna Kurtz presentará en directo su nuevo disco, "American Standard", el cuarto en estudio de su carrera.

A Dayna la conocí hace 7 años, cuando publicó su primer trabajo, "Postcards from downtown" y vino por primera vez a Barcelona para presentarlo.
Recuerdo una pequeña sala, una mujer grande con su guitarra (sí, Dayna es grande, de la forma en que suelen serlo los norteamericanos, supongo que algo tendrá que ver la dieta) , y un escaso centenar de asistentes mesmerizados por su presencia y por su voz.
Esa voz herida y tierna, de taberna y alcoba, en la que cabe el blues, el folk, la torch song, el country, el jazz, el rockabilly, la chanson, la canción de entreguerras, el folklore centroeuropeo; que va de Nina Simone a Joni Mitchell, de Marianne Faithfull a Bessie Smith, de Nino Rota a Kurt Weill ; que nos lleva del Mardi Gras de Nueva Orleans al puerto de Marsella, de un arrabal en Venezuela a los cabarets de Berlín, de los callejones de Brooklyn a un motel de Texas; que canta a Tom Waits, a Dylan, a Leonard Cohen, a Prince, a Johnny Cash, a Elliot Smith, a Bill Withers, a The Replacements y que sólo suena a ella, a Dayna.

Dos años después nos volvió a visitar para presentarnos "Beautiful yesterday", y lo hizo en un coquetón teatro-casino del Poble Nou, L´Aliança, acompañada de los neoyorquinos Tarántula. Aquel concierto lo recuerdo frío, con demasiada pausa entre canción y canción, y el apoyo musical del grupo restándole a ella intensidad, diluyendo su presencia.

Habitual por tierras españolas ( y enamorada de ellas), no volvía a recalar en Barcelona ciudad hasta ahora. Acompañada por Blue Mountain, un potente trío de country´n´roll, ofreció un gran concierto en el que desgranó "American Standard", su disco más roots, practicamente al completo. En determinados momentos, dando un respiro a la banda, queda ella sola, con su guitarra y ese canto que sale directamente de las profundidades del alma, y ya no nos hace falta nada más.

Licenciada en Historia Contemporánea, viajera incansable, gran aficionada a la literatura, poetisa, dotada compositora, excelente guitarrista y cantante mayúscula, Dayna Kurtz ejerce de suprema trovadora emocional en un mundo huérfano de sentimientos no impostados.
Les dejo con una de sus canciones más definitorias, "Love gets in the way", o la eterna lucha entre razón y corazón

"He hecho el amor sin perder de vista la puerta / He abandonado buenas habitaciones sin decir palabra /Quería amarles, pero el amor se interpuso/ Quería amarles, pero el amor se interpone"

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