viernes, 22 de enero de 2010

Los ciervos de Nara



En Japón, la realidad a menudo supera cualquier idea preconcebida que albergues.
Cuando viajé a Nara, lo único que conocía de esta ciudad era que había sido la primera capital de Japón en el medioevo, que varios de sus templos estaban considerados Patrimonio Mundial por la UNESCO y que por su parque principal deambulaban en libertad multitud de ciervos. Pensé "¡Guau, ciervos sueltos!", esperando tener suerte y encontrarme con alguno.

La realidad es que los hay a patadas, hasta el punto de que, una vez pasada la sorpresa inicial, pueden llegar a resultar incluso molestos.
Los ciervos shika del parque de Nara ya no son legalmente divinos, pero son considerados Tesoro Nacional, por eso están protegidos. En la antiguedad, en el periodo anterior a la llegada del budismo, se les consideraba sagrados y matar a uno de ellos estaba penado con la muerte.

La foto que abre esta entrada está hecha con truco, no mío, sino del fotógrafo que aparece en ella. Segundos antes de inmortalizar con su cámara a ese venerable grupo de visitantes, esparció delante de él pedazos de galletas para ciervos (shika-sembei) con el fín de congregar al mayor número posible de éstos delante de su objetivo .

Por todo el parque puedes encontrar carteles como éste, recordándote de este modo tan gráfico que no toda comida es buena para estos animales, de ahí que sea fácil el adquirir shika-sembei, un alimento que les chifla, a juzgar por como se arremolinan en las proximidades de las paradas donde las  venden, y por la forma en que acosan a niños y turistas incautos cuando van a ofrecerselas.

Pero si quieren disfrutar de Nara y de sus ciervos, les recomiendo que se sumerjan en los frondosos bosques al pie de las colinas y vayan a la busca de los templos Kasuga Taisha y Shin-Yakushi-ji; si además tienen la suerte de poder hacerlo en un día lluvioso, quedarán prendados por el ambiente fantasmagórico, extrasensorial, como de otro tiempo, y podrán hasta llegar a creer en los ciervos, en su ascendencia sagrada.

De los templos ya les hablaré en otra ocasión.

1 comentario:

Viola Tricolor dijo...

A mi más que los ciervos (que también), el que me ha gustado es el niño. Y bueno lo de la foto primera ya me parece graciosa de por si, asi que ya ni te cuento después de leer lo de la comida ;)
A mi me fascina leer cosas sobre Japón, son tan distintos. Espero el post de los templos que me llaman mucho la atención, ya les he echado un vistazo buscando fotos en flickr.
Besos.