lunes, 12 de abril de 2010

La zona esmeralda

"Green Zone. Distrito protegido" (2010) es la tercera colaboración cinematográfica entre el actor Matt damon y el director Paul Greengrass, tras las apabullantes "El ultimatum de Bourne"(2007) y "El mito Bourne"(2004).
En esta ocasión, Damon no es Jason Bourne, sino un oficial del ejercito de los Estados Unidos a la busqueda de armas de destrucción masiva en una Bagdad recien ocupada.  "Green zone..." es -como era de esperar- un musculoso y espasmódico ejercicio de cine de acción bélica trepidante que,  a diferencia de los títulos antes mencionados, acaba deviniendo algo rutinario.
Para dar cuerpo y entidad a esta epopeya bélica, Greengrass y Brian Helgeland -su guionista- recurrieron a parte de la información recopilada por Rajiv Chandrasekaran en su excelente libro "Vida Imperial en la Ciudad Esmeralda/Imperial Life in Emerald City" (2007, RBA Editores 2008), de lectura obligada.

Chandrasekaran es en la actualidad redactor jefe adjunto de The Washington Post  y fue corresponsal del diario en Bagdad de 2002 a 2004, cubriendo como reportero la invasión de Irak, el derrocamiento de Saddam Hussein y el posterior y fracasado intento de construir una democracia "a la republicana", a cargo de Paul Bremer, el virrey y jefe superior de la Autoridad Provisional de la Coalición (APC).
Este fracaso es el que desmenuza el autor en " Vida Imperial en la Ciudad Esmeralda", mediante información extraida de centenares de entrevistas con los protagonistas (americanos e iraquíes),  de multitud de documentos internos,  y de su conocimiento de primera mano de la realidad del país, en un vibrante y excepcional ejercicio periodístico de primer nivel, en el que mandan los hechos (contrastados) y no las valoraciones subjetivas del autor.

Si, como dice el refrán, los árboles normalmente no dejan ver el bosque, en este caso es el bosque (el establecimiento de una idea de democracia y el libre mercado) el que no deja a los americanos ver los árboles (un país destrozado y falto de las necesidades más básicas).
Pertrechados tras las murallas que rodean al Palacio Imperial de Bagdad (la Zona Verde de la película, la Ciudad Esmeralda del libro), convertido para la ocasión en un microclima estadounidense, en una burbuja aislante, los  viejos "halcones" y los jovenes e inexpertos tecnócratas estadounidenses (elegidos más  por su fidelidad a la causa republicana que por su idoneidad para el menester encomendado)  desprecian el conocimiento de otra cultura y eluden la toma del pulso de un país abierto en canal, mientras elaboran leyes, planes y normas pensadas para establecer un hipotético libre mercado futuro, pero que no contemplan la vuelta a la normalidad para un pueblo desprovisto de alimentos, agua, energia, sanidad, escuelas u orden público ni la participación de sus representantes religiosos, sociales y políticos en la toma de decisiones.

Raro es el día que no cenamos con una sangrienta matanza en un mercado de Bagdad, o delante de una embajada, o en una carretera polvorienta, al paso de un convoy occidental. Anestesiados,  aparentemente inmunes ya a tanta barbarie, a veces nos sorprendemos al encontrar una pizca de sensibilidad no abotargada y nos quedamos mirando fijamente la pantalla del televisor,  preguntándonos si todo ésto tiene fin. No esperen encontrar en este libro la respuesta a esa pregunta, pero conozcan de primera mano - y contado por sus protagonistas- cómo hemos llegado a esta situación.

4 comentarios:

Bea dijo...

Hasta hace poco pensaba que las pelis del mito bourne eran como casi todas asi que nunca las vi ni cuando las han dado por la tele, pero ya veo que no. He visto que si tienen el libro en mi biblioteca :)
No tiene que ver pero algo si, esta tarde he leido el articulo de Carlin sobre Sudáfrica que salió en el país semanal del domingo y me ha dejado muy impresionada, te lo recomiendo.
besos.

J Luís dijo...

Pues no, Viola,las pelis de Bourne a cargo de Paul Greengrass han marcado un nuevo estandar de calidad en el cine de acción, al que incluso se ha apuntado 007 Bond.
Me ha gustado el artícul.Fijate que no me apetecía mucho ver "Invictus", a pesar de Clint Eastwood, y si me han entrado ganas de leer el libro de Carlin en el que se basa.
Besos desde JPD.

Bea dijo...

A mi tampoco me apetece ver invictus por lo que he leído, me da igual que sea de eastwood, pero el libro si parece interesante, a mi me gusta mucho como escribe john carlin y si no recuerdo mal la película solo trata una parte del libro.
Y he visto que tiene otro del 2004 que tratara de lo que habla en el artículo y de cuando vivió alli supongo porque se titula "Heróica tierra cruel : crónicas africanas". Me les apuntare junto con el tuyo :)
Besos.

J Luís dijo...

Pues nada, Viola, le seguiremos la pista. Buf! se me empiezan a acumular las lecturas...