viernes, 20 de agosto de 2010
Ravalear
Una tarde de mayo en Barcelona. Un grito de mujer hace que me gire. Veo a una pareja de turistas sorprendidos, asustados, y a dos chicos que huyen a la carrera. Al cabo de un rato, al salir de una tienda de discos de la calle Tallers, me cruzo con un policía secreto disfrazado de roquero alternativo llevando detenido a otro joven.
Estoy en El Raval, el barrio que se extiende desde el mar hasta la plaza Catalunya, a la izquierda de Las Ramblas.
Históricamente conocido como el Barrio Chino, El Raval es hoy pasto del turismo y la especulación inmobiliaria, un lugar donde conviven los nuevos vecinos -bohemios y chic, de alto poder adquisitivo- y aquellos a quienes desplazaron - humildes y/o marginales-, hacinados en bolsas de pobreza compartida con diversas comunidades de inmigrantes. Películas como "En construcción", de José Luís Guerín, o "De nens" (2004), del recientemente fallecido Joaquin Jordá, ambas hiperrecomendables, dan buena cuenta de este proceso de cirugía social.
Ravalejar. Ravalear, en castellano. Una palabra inventada, convertida en entrada conjugada de diccionario en un grafiti urbano que se encuentra junto a la explanada que hay delante del MACBA (Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona), ésa donde se tuestan al sol skaters de medio mundo y perroflautas de distinto pelaje.
Ravalear podría significar vivir en el Raval, o pasear por el Raval, ese barrio que alberga un montón de historias.Visto desde cualquiera de sus azoteas, se extiende un mar de tendederos y ropa puesta a secar, de antenas de televisión antiguas y parabólicas de nueva generación.
En una de estas azoteas afloran día a día las historias de dos ancianos curtidos en mil y una batallitas, de ésas que empero dejan esquirlas en el interior, restos visibles del naufragio del barrio, protagonistas de "Confidencias en el palomar", la inmejorable tarjeta de presentación de "Ay..." (2009, Acuarela) , el excelente primer disco de Nacho Umbert & La Compañía, sin duda, uno de los trabajos perdurables de este 2010 .
Les dejo con su música y con el bello vestido de imágenes confeccionado por el realizador David González. En cuanto al disco, haganse con él en cuanto puedan.
P.D.: Gracias a Enrique Ortiz (aquí encontrarán una gran descripción del disco) y a Viola Tricolor (una sentida crónica de un concierto suyo en Madrid) por descubrirmelo .
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
4 comentarios:
Q ganas me han dado con tu entrada de Ravalejar en cuanto vuelva a dejarme caer por Barcelona :)
Pues en cuanto puedas, Carol, hazlo. A pesar de lo dicho, sigue siendo una gozada callejear por El Raval, como lo era antes de que los bohemios-burgueses de la ciudad descubrieran que ésta tenía casco antiguo,mar y playas.
Qué palabra tan chula! Espero ravalejar muy pronto! la única vez que visité barcelona en condiciones apenas si me asomé.
Es curioso, es como si aquel concierto hubiera sido hace mucho tiempo ... por cierto, no se si sabes que nacho tocará en barna el 28 de octubre.
Un beso muy fuerte.
Muchas gracias por la información, Viola! Me pongo en marcha a por las entradas
Publicar un comentario