viernes, 5 de septiembre de 2008

Cendre



Descendiendo desde la ermita de los Reyes hacia Sabinosa, presenciamos una de las vistas más hermosas de toda la isla de El Hierro.
Lo hacemos por una carretera recien asfaltada que deja atrás sabinas y arbustos y serpentea entre enormes extensiones de lava.



A la izquierda, encontraremos el desvío que nos lleva, por una pista de tierra, hasta El Verodal,
una desértica playa de arena rojiza -he visto playas de arenas blancas, doradas, rosadas, negras, grises, pero nunca de este tono- a pie de acantilado.

Si continuamos hacia Sabinosa, el paisaje se ensancha.
El viento sopla fuerte, el mar es de un azul que daña la vista, multitud de rizos de espuma blanca lo manchan, las olas castigan la escarpada costa.
Me acuerdo de Islandia.



Mientras conduzco, suena "Cendre" , la colaboración entre Christian Fennesz y Ryuichi Sakamoto publicada el pasado año.
Las notas impresionistas del japonés, el ruidismo abstracto del austríaco...
paisaje y música se funden en un todo intangible y concreto a la vez.
El sonido del silencio.
El sonido de la soledad.

2 comentarios:

alfonso dijo...

Ahora escucho "Cendre".

Me está gustando, Ryuichi es uno de mis favoritos, al austriaco no lo conocía.

Un saludo

J Luís dijo...

Te recomiendo también, en un formato más clásico, otro de sus trabajos del pasado año:la serena y delicada música que Ryuichi compuso para la película "Seda".

También recomiendo el filme (a pesar del vapuleo de la crítica)y el libro de Alessandro Baricco en el que se basa.