martes, 12 de mayo de 2009

Susan y Giosue









Susan y Giosue. Quizá estos nombres por sí solos no les digan nada; sin embargo, pertenecen a dos mujeres que han acaparado la atención mediática universal en las últimas semanas.

Susan es Susan Boyle, una escocesa de 48 años.
Si teclean su nombre en Google se encontrarán con 111 millones de entradas, y el video de su intervención en "Britains got talent 2009" (en España "Factor X") suma ya mas de 55 millones de visionados.
¿Cual es el principal mérito de esta buena mujer?
Tener una buena voz (pero tampoco nada del otro mundo), ser poco agraciada físicamente (aparentemente) y, sobre todo, tener la suerte -o la desgracia: el tiempo lo dirá- de haber sido la elegida por los responsables de la cadena de televisión que emite este concurso para protagonizar otra de las vergonzosas campañas de autopromoción global y negocio multimedia a las que nos vienen acostumbrando los medios de comunicación últimamente, apelando a nuestra mala conciencia como espectadores-consumidores.

Giosue es Giosue Cozzarelli, una panameña de 19 años, candidata a Miss Panamá.
El video de Youtube en el que da su peculiar versión sobre quien era Confucio ronda ya el millón de visionados y es pasto para comentarios de todo tipo (mayormente vejatorios hacia su persona) en diarios e informativos españoles y latinoamericanos.Como no hay mal que por bien no venga,la joven piensa aprovechar el revuelo mediático ocasionado por sus declaraciones para promocionarse y, de camino, promocionar una nueva línea de una marca de ropa, oportunamente llamada Confucio.
El pecado de Giosue es ser guapa y candidata a Miss en un concurso de belleza, condiciones todas ellas reñidas (según el clamor general) con la cultura y la inteligencia.

Susan y Giosue, Giosue y Susan: dos caras de la misma moneda.

Giosue es la prueba rotunda de que " no se puede ser guapa e inteligente; de que ser poseedora de un físico agraciado, aún careciendo de talento y cultura, es garantía de éxito en la vida".
Voy a serles sincero:
yo no sé de Confucio mucho más que esta chica.
Incluso dudo que, estando en su lugar, fuera capaz de articular 2 o 3 frases coherentes acerca de este personaje. Y creo poseer un nivel cultural medio.
Así que dejemos de ser hipócritas y lamentémonos de que los concursos de belleza, para justificar que aportan algo más que belleza, monten este tipo de cuestionarios absurdos que lo único que consiguen es ridiculizar a las participantes y alimentar el tópico que, en teoría, se pretende combatir.

Susan es el patito feo a punto de convertirse en cisne, la excepción que confirma la regla de que "no se triunfa si no se tiene una cara y un cuerpo bonito, aunque dispongas de talento artístico".
Por supuesto, para que eso no ocurra está "Britains got talent 2009", que necesita justificar que es un programa para descubrir talentos, aunque su auténtica misión sea reventar cifras de audiencia televisivas y , de paso, montar un enorme negocio mediático a costa de la pobre Susan, similar al que montaron anteriormente con Paul Potts, el "patito feo" del 2007.

El video de la actuación de Susan es un ejemplo claro de burda y descarada manipulación emocional colectiva.
Nosotros, al visionarlo, derramaremos unas lagrimitas, pensaremos que por una vez el mundo es justo y que hay que apoyar a esta mujer, escribiremos comentarios por doquier alabando a Susan y su gran voz; llegado el caso, hasta es posible que compremos su cedé para sentirnos reconfortados, para sentirnos personas buenas y justas.
Dentro de unos meses (cuando la naranja no de más zumo a sus patrocinadores) la olvidaremos y continuaremos con nuestra rutina, comprando los discos de Beyoncé (o de Rihanna, o de...), esas chicas tan guapas y que lo hacen tan bien...

El mundo real, lejos de pasarelas y platós televisivos, está lleno de mujeres anónimas que cantan mejor que Susan, que son más guapas que Giosue, o todo lo contrario: son bibliotecarias, oficinistas, doctoras, ingenieras, cajeras de supermercado, abogadas, vendedoras, conductoras de autobús, limpiadoras del hogar, cocineras. Mujeres que dirigen equipos, mujeres que le limpian el culo a nuestros mayores. Que estudian una carrera y que posan para unas fotos. Que reparten octavillas y que ponen inyecciones salvadoras...

Pero no, no pensemos en ellas. Pensemos en lo poco que nos gusta, en el fondo, que alguien tan corriente como Susan, tan vulgar como nosotros, triunfe y nos recuerde nuestra mediocridad.
Y consolemonos pensando en que las guapas como Giosue son idiotas y en lo injusto que es el mundo a la hora de premiar la belleza sobre el talento, mientras adquirimos el disco de otra joven que canta peor que Susan y que es más guapa que Giosue.

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