martes, 2 de marzo de 2010

Yo no quería ver "Avatar"...


...pero lo he hecho este domingo.
 Sí, amigos, lo reconozco: he sucumbido a la presión de mi entorno más inmediato.

Tengo un compañero de trabajo, sabedor de mi afición al cine, que siempre que coincidiamos me hacía la misma pregunta: ¿Qué, ya has visto "Avatar"? a lo que siempre le respondía con un escueto "No, todavía no"; acto seguido, pasaba a desgranarme las excelencias del filme, lo mucho que ha costado, el perfeccionismo de su director, la verosimilitud y el detallismo del planeta Pandora, lo bien hechos que están sus habitantes, la espectacularidad de sus escenas, que ya es la película más taquillera de la historia,  y no dejaba de recordarme que hay que verla en el cine y (por supuesto) en 3D que para eso James Cameron ha desarrollado una nueva tecnología que es el futuro, bla, bla, bla...  todo ésto, como digo, cada vez que coincidíamos.

Conversaciones similares acontecen en reuniones familiares o de amigos, en barras de bar, mesas de restaurantes, gimnasios, ante máquinas de café o refrescos, opiniones a favor y en contra, todo el mundo habla de "Avatar"... al igual que el fútbol o el tiempo, "Avatar" sirve para socializar, para sentirse cómodo dentro del grupo, para tener algo de lo que hablar, para no quedar excluido.

Personalmente, me resistía a su visionado, básicamente, porque lo contemplado de ella "no me entraba por los ojos", no me despertaba interés ni curiosidad, algo paradójico tratándose de una película que hace de su supuesta potencia visual y tecnológica su principal banderín de enganche. Ahora que -aunque llevado a rastras-  ya la he visto, me gustaría expresarles mi opinión y hacer una serie de puntualizaciones.

1. "Avatar" hay que verla en cine, pero no porque sea "Avatar", sino porque en un cine es donde deben verse todas las películas hechas para cine. Esto, tan evidente, hace tiempo que lo había olvidado un público (compuesto mayoritariamente de personas como mi compañero de más arriba)  que ahora, acostumbrados al DVD, a la copia  bajada de Internet y a las ventanitas del ordenador y de los móviles, alucinan al (re) descubrir la pantalla grande.

2. "Avatar" hay que verla en 3D porque así ha sido concebida, pero a la hora de valorarla hay que hacerlo con el mismo rasero que el resto de películas.

3. Una entrada para una película en 3D no debería costarnos más cara, igual que no es más cara la entrada para una película en color que para otra en blanco y negro, o para una rodada en Cinemascope que para otra rodada en 16 mm, o para una norteamericana que para una española, o para una superproducción que para una película intimista.
Vuelven a aprovecharse de nuestro papanatismo tecnológico, ese que nos llevó de la boina al ADSL y al cable, y que consiguió hacernos tragar que un CD debía valer más que un elepé, o un DVD más que una cinta de video. La reconversión de las salas de cine y de sus equipos de proyección es una inversión necesaria para competir con otros medios y/o soportes que, paulatinamente, les ha ido restando espectadores y no tiene por qué ir a cuenta de nuestro bolsillo (otra tendencia desgraciadamente habitual: hacer pagar el pato a los pocos que todavía te mantienen en pie el negocio, aquellos que van al cine, o a conciertos, o que compran discos y libros).

4. Tanto despliegue de tecnología en el rodaje para acabar viendo la película borrosamente (el 3D y/o las gafas quita nitidez ), oscurecida (la perdida de luminosidad de la imagen es evidente, prueben a quitarse las lentes),  con unas gafas mal limpiadas o rayadas ( en mi caso, ni me las entregaron en bolsita precintada), y que acaban fatigando la vista de mala manera.

5.  ¿ Y la película qué?
¿Han visto esos trailers tan  espectaculares que presentan los videojuegos de última generación? pues eso es, básicamente, "Avatar": un insustancial e hinchadísimo trailer de videojuego (¡cuantas películas de dos horas y media se hacen hoy día y qué pocas justifican su duración!), cansino por acumulación y reiteración ( acabé harto de saltos en picado por acantilados y de revolcones por la jungla al aterrizar) y que les interesará en la medida que puedan sentir interés por la cuestión tecnológica o por el entretenimiento en su vertiente más anodina.

4 comentarios:

Bea dijo...

¡¡ Has caído en la tentación !!
Debo ser la única planetaria que no la ha visto, si tuviera facebook haría un grupo de esos: yo no he visto avatar. Además las malas críticas que he leído me influyen más que las buenas de mi alrededor. Aún así yo soy capaz de ir y que me guste pero me da mucha pereza.
Besos.

J Luís dijo...

Pues no te quepa la menor duda, Viola, que dentro de poco te señalarán con el dedo por la calle y dirán "¡ésa, ésa es la que no ha visto Avatar!
No te creas, que lo del Facebook - si lo tuviera- ya lo había sopesado: mi grupo se llamaría "Señores que no han visto Avatar y pueden vivir con ello". De hecho, esta entrada, hasta el domingo, se llamaba "Yo no he visto Avatar" y se ceñía a valorar
el entorno mediático y social que rodea a la película. Pues eso, Viola, que si vas al cine, pues mejor vete a ver "An education", que esa sí que es bonita.

Bea dijo...

Ya la he visto, con miedo de que no me gustase la verdad, pero estan muy bien los actores, la historia y sobre todo Londres, que emoción, y la música, la ropa, la historia me parece algo previsible pero porque es una historia muy real.
un beso.

J Luís dijo...

Me alegra que te haya gustado, Viola. A mí me encantó, y creo que tiene bastante mas sustancia de la que aparenta (ahí está la mano de Nick Hornby). Respecto a lo último que dices, precisamente estoy preparando una entrada sobre ello (de momento es sólo un borrador con un batiburrillo de ideas).

Besos