martes, 19 de octubre de 2010

Granta y los jovenes autores en castellano

Granta , la prestigiosa revista literaria británica, publica desde 1983, y cada diez años, sus listas de Mejores jovenes escritores británicos y desde 1996, hace lo mismo con los autores americanos. De ahí han salido proyectados al estrellato autores del prestigio actual de Salman Rushdie, Martin Amis, Kazuo Ishiguro, Hanif Kureishi, Ian McEwan o Zadie Smith, de entre los británicos, o Lorrie Moore, Jeffrey Eugenides, Ethan Canin o Jonathan Franzen, entre los del otro lado del Atlántico.

Hace un par de semanas, Granta dió un nuevo y sorprendente paso publicando por primera vez en su historia su lista de Los Mejores Narradores Jóvenes en español, 22 escritores menores de 35 años (nacidos a partir del 1 de enero de 1975) y seleccionados por un jurado de 6 miembros compuesto por: Valerie Miles y Aurelio Major, editores de Granta en español; el novelista guatemalteco-americano Francisco Goldman; la autora, crítica y editora catalana Mercedes Monmany; la periodista británica y ex-corresponsal latinoamericana Isabel Hilton; y el escritor y cineasta argentino Edgardo Cozarinsky. 

La lista es la siguiente:

ANDRÉS BARBA – España, 1975
OLIVERIO COELHO – Argentina, 1977
ANDRÉS RESSIA COLINO – Uruguay, 1977
FEDERICO FALCO – Argentina, 1977
PABLO GUTIÉRREZ – España, 1978
RODRIGO HASBÚN – Bolivia, 1981
SÒNIA HERNÁNDEZ – España, 1976
CARLOS LABBÉ – Chile, 1977
JAVIER MONTES – España, 1976
ELVIRA NAVARRO – España, 1978
MATÍAS NÉSPOLO – Argentina, 1975
ANDRÉS NEUMAN – Argentina, 1977
ALBERTO OLMOS – España, 1975
POLA OLOIXARAC – Argentina,1977
ANTONIO ORTUÑO – Mexico, 1976
PATRICIO PRON – Argentina, 1975
LUCÍA PUENZO – Argentina, 1976
SANTIAGO RONCAGLIOLO – Perú, 1975
ANDRÉS FELIPE SOLANO – Colombia, 1977
SAMANTA SCHWEBLIN – Argentina, 1978
CARLOS YUSHIMITO – Perú, 1977
ALEJANDRO ZAMBRA – Chile, 1975

Como podrán observar, preponderancia de escritores argentinos (8) y españoles (6), seguidos de bolivianos (2), peruanos (2) y chilenos (2). Ni que decir tiene que dicha lista ha caido como una bomba en el mundillo literario patrio, generando multitud de envidias y comentarios maliciosos, siendo el más recurrente la ausencia en ella de representantes de la llamada "generación Nocilla", término del que curiosamente reniegan sus supuestos componentes.

Solamente he leido a 2 de estos 22 autores: al peruano Santiago Rocagliolo y al segoviano Alberto Olmos, un viejo conocido de este blog.
Dos buenos escritores. 
Del resto, solamente me sonaba el nombre de Elvira Navarro, por alguna reseña leida. Prometo hacerme eco de ellos, especialmente de los ibéricos, y bucear entre su obra. Esa se supone que es la misión de Granta al publicar estos informes. Digo se supone, porque echándole un vistazo a sus listas británicas y americanas, por cada autor que conozco, hay al menos cuatro que ni me suenan, lo que me daría una proporción del 20 % de, llamemosle, "trascendencia".

A Santiago Roncagliolo lo conocí con "Pudor" (Alfaguara,2005), una muy interesante novela que indagaba en los secretos de los miembros de una familia, que recordaba un poco el universo del cineasta Todd Solondz (en particular su película "Happiness") y que fue adaptada al cine en 2007 por el actor Tristán Ulloa en su debut como director junto a su hermano David

Posteriormente cayó en mis manos "Abril Rojo",
premio Alfaguara 2006,  un sorprendente y adictivo thriller rural, repleto de violencia, extrañeza y magia, ambientado en la selva peruana tomada por los revolucionarios de Sendero Luminoso y protagonizada por un singular antihéroe. 

En la actualidad, le tengo ganas a su última obra, "Tan cerca de la vida" (Alfaguara,2010), una historia de suspense y ciencia-ficción, ambientada en Tokio, Japón, y que el autor define como "simplemente una historia de amor, la historia de un hombre tratando desesperadamente de hacer contacto con alguien allá afuera. No hace falta viajar a Tokio para saber cómo se siente eso".
Precisamente fue Japón lo que me llevó a "Trenes hacia Tokio" (Lengua de Trapo, 2006), la primera novela que leí de Alberto Olmos (ver "Trenes lejanos" en este blog).   Posteriormente me hice con su debut "A bordo del naufragio" (Anagrama,1998), escrita con 21 años, que atesoraba entre sus méritos haber sido finalista del premio Herralde y perderlo ante "Los detectives salvajes", de Roberto Bolaño. Escrita torrencialmente y en primera persona, "A bordo... " documentaba el angst existencial de un joven estudiante madrileño en el transcurso de un día, de una forma tan novedosa como franca, lejos de los estereotipos marginales que suelen manejar los debutantes jovenes.


En "El talento de los demás" (2007, Lengua de Trapo), su cuarta obra,  se valía de 3 relatos escritos en estilos diametralmente opuestos para reflexionar sobre el talento, o más bien, la ausencia de éste. No he leido "Así de loco te puedes volver", su segunda novela, ni "Tatami" ni "El estatus" (2008 y 2009, Lengua de Trapo), sus hasta ahora dos últimas novelas, pero sí la interesante propuesta que Alberto apadrinó y editó el pasado año, "Algunas ideas buenísimas que el mundo no debería perderse" (Caballo de Troya, 2009) donde intentaba dar forma literaria a la navegación por Internet y compilaba retazos de páginas webs, blogs, chats, mensajes de Twitter, spams, etc, dando voz a diversos internautas (Eritrea, Daniela, Supercrisis) desde sus plataformas personales en un ejercicio necesariamente irregular, pero interesante a ratos, en función de la personalidad del proveedor de contenidos.

Alberto Olmos mantiene también una actividad febril en el ciberespacio, ya sea con su blog personal Hikikomori o con el literario Lector mal-herido.

Este último, aviso para incautos, contiene la mayor cantidad de mala leche, mala uva, mala baba, vitriolo, cianuro y demás sustancias corrosivas, de entre todos los blogs que conozco y que se dedican a hablar de literatura; politicamente incorrectísimo y bajo el pseudónimo de Juan, Alberto no deja prácticamente títere ni obra (ni autor, empezando por él mismo) con cabeza, en un ejercicio temerario (y en ocasiones, divertidísimo) no apto para espiritus susceptibles y que, dado el eco generado en la red, ha acabado teniendo su edición impresa en  "Vida y opiniones de Juan Mal-herido" (Melusina, 2010), un volumen prologado y compilado por el propio Alberto donde se recoge una selección de posts publicados en su catártico blog.

5 comentarios:

Carol dijo...

Cómo me gusta ésto de que los ingleses por fin hayan dejado de mirarse el ombligo y publiquen una lista de autores en español, hay veces que parece que sólo existe la literatura anglosajona en el mundo. Aunque he de confesar que no he leído a ninguno de éstos autores, luego yo soy la primera que prefiere a autores extranjeros, mea culpa :)

J Luís dijo...

A mí me pasa como a tí, Carol, que presto más atención a lo foráneo, supongo que ésto es otra rémora cultural que arrastramos de 40 años de dictadura. En cuanto a la lista, no me cabe duda que, esnobismos aparte, detrás de ella está el enorme impacto que en el mundo literario anglosajón, en los últimos 2 años, ha tenido el descubrimiento del chileno Roberto Bolaño.

Icíar dijo...

Magnífica entrada. Rica por todo lo que contiene, que para mí es todo nuevo. ¡No conozco a nadie!

La literatura extranjera me tira también pero por la procedencia del escritor, que vive en un entorno distinto al mío, pero no porque piense que es mejor que la española, por ejemplo. Cuando un español "vivido" escribe sobre el mundo, no hago distinciones.

Abrazos

J Luís dijo...

Muchas gracias, Icíar.
Yo tampoco conozco a la mayoria de autores, ni de la lista de Granta, ni de la "generación Nocilla".Eso da un poco que pensar acerca de la labor de divulgación de nuestras letras que nos llega a traves de los medios de comunicación.
Tu enfoque acerca de la literatura extranjera (la procedencia) me parece estupendo, pero sin olvidar que algunas de las mejores ficciones de un país (sea cual sea) la escriben los extranjeros que lo visitan o viven en él. Y un ejemplo claro para mí sería "Trenes hacia Tokio".

Icíar dijo...

Claro, claro! Totalmente de acuerdo. A eso me refería cuando hablaba de españoles "vividos".
Y así, de paso, me apunto ese libro de "Trenes para Tokyo" que ya had nombrado más de una vez.

Abrazos