Como cada año desde que comenzó la andadura de esta bitácora, quiero hacer un repaso de las películas, libros y discos que más he disfrutado durante este 2009 que llega a su fín. Lo hago con la seguridad de que fuera de estas listas hay trabajos aún mejores, esperando a ser descubiertos por ustedes y por mí. Me dan rabia los nostálgicos que dicen que ya no hay películas como las antiguas, que ya no se hace música como la de su juventud, que ya no se escribe como antes, todo para justificar que ya no te interesa tanto el cine, la música o la literatura, que tus prioridades en la vida son otras.
Primero les hablaré de cine , dedicando un par de entradas a mis películas favoritas de entre las que he visto de las estrenadas en salas comerciales españolas durante este año.
Espero que les guste mi selección.
Comenzaré con cine fantástico, con la ganadora moral del festival de cine de Sitges en 2008 y por la ganadora (así, a secas) de la edición de 2009.
Primero les hablaré de cine , dedicando un par de entradas a mis películas favoritas de entre las que he visto de las estrenadas en salas comerciales españolas durante este año.
Espero que les guste mi selección.
Comenzaré con cine fantástico, con la ganadora moral del festival de cine de Sitges en 2008 y por la ganadora (así, a secas) de la edición de 2009.


"Moon" es el debut en la dirección del británico Duncan Jones. Lo hace con una modesta pero vistosa space opera que invoca el estilo de las de los años 70; en ella nos cuenta la extraña peripecia de un operario de mantenimiento, único trabajador (o no) de una base lunar dedicada a la extracción de un mineral del que se obtiene la energia que se consume en la Tierra. Con un gran trabajo de interpretación de Sam Rockwell, "Moon" nos ofrece una inteligente reflexión sobre la soledad y la perdurabilidad del ser humano, sobre su condición de pieza de recambio en la maquinaria de la sociedad de consumo.


Cuando se habla de cine social, debería hablarse de trabajos como éste.
La otra, "El primer día del resto de tu vida", fue todo un exitazo en su país de origen. Aquí, tuvo una buena pero minoritaria acogida, y es una pena ya que se trata de una de las sorpresas del año y merecía mucha mejor suerte y un público más amplio. "El primer día... " es la historia de una familia contada a través del día más importante y decisivo en la vida de cada uno de sus componentes. Original, divertida, tierna, entrañable, con una excelente banda sonora, a mí esta película consiguió robarme el corazón con uno de esos raros momentos en que el cine consigue transmitir emoción pura, sin adulterar. Solo les diré que ocurre hacia el final del metraje, y tiene como protagonistas a la madre de familia y un cojín lumbar. Pura poesía que te deja con un nudo en la garganta.
Pixar arrasó con "Up" (Pete Docter & Bob Peterson) ( ver "¡Arriba Pixar! " ), posiblemente la película con la que más me he reido este año. Hayao Miyazaki, desde Ghibli, hizo lo mismo con "Ponyo en el acantilado/Gake ue no Ponyo" (2008) (ver "El niño Miyazaki" ) y propició el estreno en salas de su clásico "Mi vecino Totoro / Tonari no Totoro" (1988) (ver "Totoro" ).
A más distancia quedaron las estimables "Coraline" (Henry Selick), una oscura fantasía basada en una novela de Neil Gaiman a la que le costaba navegar entre el mundo infantil y el adulto, y "Monstruos contra alienígenas / Monsters vs. Aliens" (Rob Letterman & Conrad Vernon), ocurrente recapitulación del cine de ciencia ficción de serie B que, trás una brillante primera mitad, iba perdiendo fuelle y gracia.
La británica Kate Winslet (Reading, 1975) lleva años demostrando sus dotes de actriz y su voluntad de construirse una carrera con pocos títulos vergonzantes. En 2009 estrenó dos brillantes trabajos rodados en 2008, basados ambos en excelentes novelas. Por los dos estuvo nominada al Oscar y con uno de ellos lo consiguió.
"Revolutionary Road", basada en la obra maestra de Richard Yates, supuso el cuarto trabajo como director de Sam Mendes (marido de Kate Winslet y, como ella, nacido en Reading aunque diez años antes). La novela, escrita en 1961, es una dura y amarga diatriba sobre las ilusiones perdidas entre los escombros del derrumbe del sueño americano, o como el espejismo del hogar feliz para una pareja joven a duras penas disimula toda la carga de frustración que arrastran por sus vidas. Sam Mendes se aplicó en ser fiel a Yates y a lo que cuenta y consiguió su mejor trabajo, Kate y Leo (Di Caprio) estuvieron impecables, pero sería injusto no mencionar a Michael Shannon, quien se adueña de la función con sus demoledoras apariciones en
la piel de hijo perturbado de la arrendadora del hogar de los Wheeler, toda una lúcida voz de la conciencia para una sociedad que
no quiere escucharse.

"The reader" parte de la novela del alemán Bernard Schlink, fue dirigida por el británico Stephen Daldry ("Billy Elliott", "Las horas") y con ella Kate consiguió el Oscar a la mejor actriz principal.
El mayor mérito, no el único, de la novela (y de su adaptación al cine)
reside en que consigue tratar tantos y tan complejos temas de un modo tan arriesgado como verosimil, lo que le valió no pocas críticas al autor.
El amor joven, el amor adulto, la culpa, la redención, el perdón, el Holocausto, los crimenes de guerra, el analfabetismo,
¿cómo vivir si descubres que el amor de tu juventud, de tu vida, fue un monstruo?
¿cómo vivir si descubres que el amor de tu juventud, de tu vida, fue un monstruo?
"El lector", novela y película, no responde a una pregunta que carece de una respuesta tranquilizante, pero desprende una tristeza conmovedora, la que llevan profundamente impregnada en la piel sus derrotados personajes.
No es este el caso de " (500) días juntos / 500 days of Summer " , debut en la dirección del americano Marc Webb y uno de los títulos más encantadores de este 2009, a punto de convertirse en película de culto. El romanticismo juvenil desde el punto de vista masculino en esta agridulce historia de "chica deja a chico", trufada de excelente música muy bien engarzada en la trama ( grande el momento en que suena "Please let me get what i want" de The Smiths mientras Joseph Gordon-Leavitt observa pasar por la oficina a Zooey Deschanel, su objeto de deseo ¿inalcanzable?). Delicada, original, chorreando encanto, quizá podrían ponerla junto a "Once", "Antes del amanecer","Olvidate de mí"o "Lost in Translation".
Ang Lee también ha querido sacudirse de encima la gravedad de sus últimos títulos maestros ("Brokeback Mountain" y "Deseo, peligro", nada más y nada menos) y lo ha hecho volviendo a uno de sus temas predilectos - la familia-, en este caso con el festival de Woodstock, el movimiento hippy y la contracultura en la sociedad americana post-Vietnam como telón de fondo. "Destino Woodstock / Taking Woodstock", bajo su pátina liviana, nos habla de la necesidad de encontrar un camino propio, de la dificultad en romper los lazos familiares que te asfixian, del descubrimiento de tu sexualidad, y lo hace, como siempre en el cine de Lee, de una forma ponderada, ecuánime y además, por momentos, desternillante.
David Fincher sigue transitando por el camino de la excelencia que retomó con "Zodiac" en esta adaptación de un relato corto de Scott Fitzgerald, convertido en película-rio "más grande que la vida". Fincher vuela por encima de los peajes del guión de Eric Roth ("Forrest Gump") y nos cuenta la historia de un anciano-niño en su tránsito hacia la infancia-muerte, de forma deslumbrante e íntima a la par. Resulta imposible no emocionarse con el recogimiento casi sagrado del último tramo de vida de Benjamin, ni salir del cine indemne de esta soberbia reflexión sobre el paso del tiempo, sobre la fugacidad del ser humano.
Clint Eastwood se despedía de su trabajo como actor (que no como director: ya tiene nuevo filme acabado y otro en preparación) con esta interpretación, especie de compendio de sus personajes más emblemáticos, pasados por el tapiz crepuscular que caracteriza el último tramo de su filmografía. Sí, y además conseguía el mayor éxito comercial de su carrera como director.
Pasemos a cosas más ligeras (que no más faciles). Por ejemplo, la comedia romántica, género dificil donde los haya, dada la incapacidad de los que lo practican para producir títulos relevantes.




En "Gran Torino" se metía en la piel de un anciano veterano de guerra, xenófobo, residente en un barrio repleto de inmigrantes vietnamitas y bandas juveniles. Con una familia que le ignora y a la que desprecia, encuentra su última causa en la relación de amistad/iniciación que establece con un torpe joven vietnamita. Lo que podía haber sido el peor telefilme de sobremesa de una tarde de sábado se convierte, bajo sus sabias manos, en otro triunfo, una especie de vieja balada, emotiva y agónica, que se cerraba espléndidamente (mientras desfilaban los títulos de crédito) con el veterano actor cantando a dúo con Jamie Cullum la preciosa canción que le daba título.
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